Rubén encadena dos dobletes consecutivos por primera vez desde su llegada al Betis

El delantero canario suma 5 tantos en 10 partidos de Liga disputados

Definitivamente, Rubén Castro ha vuelto (si es que en algún momento se marchó). El ariete insular recobró la inspiración en el encuentro ante el RC Celta de Vigo, aunque sus dos goles no cristalizaron en un triunfo visitante. Para certificar su regreso definitivo, Rubén exhibió en la tarde de ayer ante el RCD Espanyol su amplio repertorio y la escandalosa pegada que le han hecho convertirse en uno de los mejores delanteros de la historia de la entidad. Oportunista y matador como antaño, el vanguardista de Las Palmas de Gran Canaria computa 5 goles en las 10 jornadas de liga que ha jugado hasta la fecha, registro empequeñecido por culpa de la lesión que le mantuvo meses alejado de cualquier síntoma de felicidad. 

Gabriel Humberto Calderón sabe que el veneno implícito en los aguijonazos de Rubén resultarán capitales hasta la conclusión del campeonato a la hora de decantar partidos. Así lo reconocía el técnico argentino tras la victoria ante el RCD Espanyol: "Desde que yo vine, recuperó un montón de cosas y estoy muy feliz. El equipo lo necesita más que nunca. Es un jugador extraordinario, está más comprometido que nunca y tiene margen de mejora”.

Para dar ese paso adelante hacia la salvación, el bloque de Calderón necesita encontrar al mejor Rubén, quien aspira a continuar con la racha y olvidar en un cajón los malos momentos del ejercicio en curso. El pelotón bético empieza a emitir señales positivas tras un tiempo desalentador, reacción en la que acapara una gran cuota de responsabilidad el retorno de un Rubén con la confianza plena que dan los goles.

En su tarea por devolver la ilusión a una afición que jamás se ha rendido, Rubén pisa el acelerador. El martillo empieza a clavar tantos en las redes contrarias, celebrados con la euforia de quien ha probado los recovecos más oscuros del fútbol poco tiempo atrás. Descubrir ahora los guarismos del talentoso atacante es una tarea al alcance de cualquiera que realice una prospección real para evaluar el impacto que tiene Rubén desde su aterrizaje en el Betis.

Como buen animal que expulsa rabia cuando sale de la jaula, Rubén sigue con su protocolo de actuación: rentabilizar al máximo la eficacia y batir cualquier registro que aparezca en la diana. Con la pareja de aciertos lograda ayer, el depredador reúne 39 goles con el Betis en Primera División, superando en la tabla de goleadores históricos en la máxima categoría a Finidi y a Gabriel Humberto Calderón. El próximo escalón a derrumbar es el de otro mito verdiblanco como Cardeñosa, que hizo 40 goles en su etapa bética. 

Y es que a pesar de su demostrada regularidad en sus apariciones con la camiseta de las trece barras, donde cabría resaltar también sus 27 fogonazos en la Segunda División, Rubén jamás había enlazado dos partidos consecutivos haciendo más de un gol, 'desierto' que pobló ayer con su superlativo papel ante los pupilos de Aguirre. Cuatro temporadas en verdiblanco que han dado para 8 dobletes, incluidos los del presente curso, y para un hat-trick, pero nunca encontraron estos goles el puente entre una jornada y la siguiente. Un dato que podría parecer insignificante, pero que atrapa cierta complejidad y que habla del potencial del canario para intimidar a cualquier dificultad.

Un fuego que le sitúa entre los cinco máximos goleadores de la historia de la entidad. Rubén se afana por prolongar dinámicas ganadores, en despachar rivales para buscar la gloria de una afición que anhelaba su reaparición al mejor nivel. La añoranza se transformó en presente de alegría. Y es que si alguien tenía que inaugurar las nuevas redes verdiblancas del Estadio Benito Villamarín, ése era Rubén Castro.