Uno de los males del Real Betis durante esta temporada se volvió a cumplir en el encuentro donde menos interesaba. Por importancia, por planteamiento, por tranquilidad, el conjunto verdiblanco no debía encajar un tanto tan tempranero como el que logró el Almería por mediación de Ramón Azzez en el minuto 2. El medio probó fortuna con un disparo flojo, pero pegado al palo, que sorprendió a Sara. Una vez más el Betis tenía que remar a contra corriente. Tocaba reponerse y los de Garrido lo hicieron. Se apretaban los dientes los verdiblancos y llegaba un cabezazo de Molina, un remate en un córner de Chica y una jugada con mucho peligro de Juan Carlos cuyo centro se marchaba a saque de esquina. El Betis proponía y la grada entendía el partido. Poco a poco se llevaba el choque a terreno verdiblanco y mandaba sobre el balón. Juan Carlos y Vadillo intercambiaban bandas y Lolo y Matilla dominaban la medular. Sólo inquietó el Almería en una contra donde Sara salvó el segundo en un mano a mano con Vidal. El alto ritmo pasaba factura y el encuentro decayó unos minutos. Pero no muchos. Llegados al filo del descanso el cuadro bético apuró las opciones que tenía para empatar apretando la máquina hasta el final. Fue aquí cuando vinieron las más clara. El inicio lo marco Vadillo con un disparo peligroso. Molina remató alto de cabeza cuando la grada imaginaba otra cosa. Y finalmente, el larguero impidió que Juan Carlos llevara las tablas al descanso. Con tiros acabó la primera y con tiros empezó la segunda. Vadillo entró frenético al partido y fue el protagonista en lo bueno y en lo desgraciado. Dos disparos suyo apunto estuvieron de ser gol y cuando mejor estaba fue sustituido por Juanfran al sufrir unas molestias en el isquiotibial. El ritmo impuesto por el canterano lo aprovecharon los suyos y de nuevo Molina puso el murmullo de gol en la grada con un tiro desde dentro del área. El Almería enfrió el encuentro y el Betis comenzó a fracturarse en sus líneas. Juego precipitado y loco que casi lo aprovecha Rubén en dos ocasiones. En el minuto 59' y en el 61, un fuerte tiro y cabezazo encontraron a Esteban en dos ocasiones clarísimas. El meta empezó a ser protagonista con sus intervenciones y Óscar Díaz por su fallo. A puerta vacía, en una contra de Vidal, el interior la mandó por encima del larguero. Tras el susto Garrido movió el banco. Salva y Nono salieron por Chica y Lolo. Nada más entrar, Salva levantó un esférico que Molina dejaba de cabeza a Rubén para que el canario metiese el gol y el colegiado lo anulase por fuera de juego en el 74'. Garrido le pedía un ritmo alto a sus jugadores y que las acciones acabasen en centros a bandas y el Almería tomaba aire en cada vez que el balón se paraba. El partido iba tomando los mismos que contra el Rijeka o contra el Lleida cuando cada pelota encontraba una pierna o una cabeza rival. Matilla lo intento con un tiro de falta y Estaban atajaba. También lo probaba Jordi con un fuerte tiro lejano y tampoco tenía premio. Ya en los últimos minutos, Suso se enredó en un mano a mano con Sara y no pudo marcar. Llegó el final del partido y la derrota. Todos los jugadores se quedaron en el terreno de juego aguantando las quejas de la afición y pidiendo disculpas. Pero como siempre hace esta bendita grada, como siempre, anima a los suyos, le da cariño, los apoya y los despides al grito de 'Sí se puede'. Que suerte tienes Betis de tener a esta afición.