Calderón abre esta tarde la puerta del entrenamiento pero pide respeto para los jugadores
Gabriel Calderón quiere potenciar la unión de la grada con el equipo. Entiende que el aficionado tenga motivos más que sobrados para estar molesto pero pide respeto para sus jugadores con el fin de que el trabajo diario pueda desarollarse en un clima de normalidad
El equipo regresó anoche a Sevilla después de 24 productivas horas de concentración en Islantilla. El entrenamiento de hoy está fijado para las 17:00 horas en la ciudad deportiva a puerta abierta. Será la última oportunidad que tendrán los aficionados para ver trabajar a su equipo esta semana, ya que las próximas sesiones serán eminentemente tácticas y, por tanto, a puerta cerrada.
Desde su llegada Gabriel Calderón ha querido potenciar la unión entre la grada y el equipo, un factor que considera clave para pelear por el objetivo común de todos los béticos en estos momentos. De ahí que siempre que las circunstancias lo han hecho posible haya entrenado con público. El técnico comprende la frustración y el malestar extremo que reina entre la afición. Sin embargo, considera que las descalificaciones que sufrieron determinados jugadores en la sesión del pasado lunes por parte de un reducido número de aficionados están fuera de lugar y sólo perjudican al Real Betis: "yo respeto a la afición por encima de todo pero hay actos que no se pueden permitir. Son nuestros jugadores y hay que arroparlos, son ellos los primeros interesados en sacar esta situación adelante y esa clase de episodios no pueden repetirse". Calderón espera que el mismo comportamiento exquisito que la afición siempre ha tenido con él se mantenga con los jugadores y recuerda que "todos, técnicos, futbolistas y afición luchamos por el mismo objetivo. Todos conocemos la dificultad que entraña el reto pero creeemos firmemente que es posible con trabajo y unión".