Antonio Amaya acompañaba a Juan Carlos Garrido en rueda de prensa para exponer las sensaciones que espera del encuentro frente al HNK Rijeka de la UEFA Europa League que se disputará mañana en el Estadio Benito Villamarín. El central verdiblanco reconocía el aire que le dio al equipo la victoria copera del pasado viernes ante el Lleida Esportiu, que ha hecho olvidar un poco el duro golpe que se llevó el vestuario tras el último empate liguero frente al Rayo Vallecano de Madrid.

Empate frente al Rayo y desesperanza: “En ese momento era lo que sentía. Era un partido vital, ante un equipo que pelea con nosotros ahí abajo y se empató. El vestuario salió destrozado. Al día siguiente nos teníamos que levantar. La victoria en Lleida nos dio confianza. Mañana debemos hacer que la afición se siente orgullosa y contagiar con nuestra filosofía”.

Implicación del vestuario: “En el fútbol profesional tienes que estar pendiente de todo, pero lo principal es lo más presente. Afrontamos el partido de mañana con la ideade que la afición se sienta orgullosa, de ir a cada balón como si fuera el último y con mucha ilusión. El vestuario está involucrado. Estamos entrenando fuerte y con intensidad. No es que haya ninguna conjura especial. Saldremos a transmitir a la gente. Queremos salir todos contentos después del partido. Tenemos que agradar como si fuera una final”.