Las ideas las tenía claras en todo momento el Real Betis en su visita al Camp Nou y la imagen mostrada muy buena pero los momentos claves y la falta de fortuna, que también cuenta, en cada partido están condenando durante toda la temporada al cuadro bético y en la Ciudad Condal no iba a ser menos. Vadillo ponía las intenciones que quería su equipo en el minuto dos de juego cuando intentaba conectar, con un pase atrás dentro del área, con N'Diaye que llegaba solo. En todo momento quería mantener las líneas juntas y evitar pases interiores y paredes que rompieran la presión verdiblanca y jugaba con inteligencia hasta que ésta se ausentó en una jugada donde la calidad y picaresca de Alexis apareció. El chileno sorteaba dentro del área a cuanto oponente le salía al paso y eran cuatro los que no lograban arrebatarle la pelota y cuando sintió un contacto de Jordi, leve pero existente, se dejó caer y el colegiado señaló la pena máxima. Messi no fallaba desde los once metros y en el 15' ponía a su equipo por delante. El Betis reaccionó bien después del gol. Se estiraba y cogía el mando del partido por unos minutos. Pero poco le duró la posesión ya que el Barcelona volvía a tener el control. El cuadro de Calderón lograba salir a la contra pero éstas siempre eran en superioridad de la zona defensiva y poco más podían hacer Vadillo y Baptistao que eran los que más lo intentaban. Tampoco tenía ocasiones claras de gol pero Cedrick y N'Diaye pudieron tener premio en dos acciones. El extremo a tiro cruzado que detuvo Pinto y el medio en una jugada en la que no acierta a rematar dentro del área. Por su parte, el Barça tuvo opciones de marcar con Messi, un tiro que se va fuera, Dani Alves, a pase de Alexis o con Xavi, parando Adán, pero el marcador no se movió más en la primera parte.

Mucha más posesión a cargo del cuadro local y un larguero de Xavi al sacar una falta era la entrada con la que se encontraba el Betis en la segunda mitad. Las contras que en el primer acto se intentaban dejaban de darse y le costaba más salir a los heliopolitanos. Con todo y con eso, una jugada ensayada de saque de banda pudo crear peligro a Pinto pero el centro de Cedrick era despejado por Mascherano antes de que rematara N'Diaye. Esa jugada hizo despertar al Betis. Adelantó al más la línea y se hizo más valiente. El cambio tuvo repercusión y apunto estuvo de tener premio. Vadillo corría por la zurda y se metía dentro del área pero en lugar de disparar, sacaba un centro para Cedrick que se iba largo. Calderón buscó ir más al ataque y salieron Rubén y Molina por Vadillo y Cedrick. El Barça salía a la contra pero el Betis las neutralizaba bien. El reloj marcó el minuto 63 y llegaron las más claras del cuadro bético. Un pase de Molina al hueco era luchado por N'Diaye que, rebañando desde el suelo, tiraba y Pinto hacia la parada del partido. Posteriormente, el mismo protagonista no remataba en boca de gol con sólo el meta gaditano como oponente. Pero la temporada del Betis está llena de desgracia y el infortunio volvió a aparecer. Adriano metía un pase interior y Jordi lo interceptaba con tan mala fortuna que se la colaba a Adán desde fuera del área. Duro golpe para un equipo que disfrutaba de su mejor juego y de ocasiones. Esas mismas razones hicieron que el Betis no le perdiera la cara al partido y apareció Rubén. N'Diaye, en una de sus innumerables incorporaciones al ataque, vio la llegada del canario y éste, con tres rivales por delante, amagó tumbando a dos y definió como el goleador que es. Rubén devolvía al Betis al partido y los suyos creían en el empate pero quienes tenían enfrente luchan por una Liga y tienen mucha pegada aunque ni Messi ni Alexis podían hacer el tercero en las dos acciones que tuvieron. Juan Carlos sacaba una falta en el 82' y en la montonera nadie podía enchufarla. Y como ya ocurriera con el segundo tanto, cuando el Betis más insistía, Neymar centraba al área para que Amaya cortara con la mano de forma involuntaria señalando nuevamente penalti el colegiado. Messi volvía a tirarlo y Adán volvía a demostrar lo tremendamente bueno que es parando el lanzamiento pero no consiguiendo detener el rechace, y casi lo logra porque llegó a tocar la pelota, que le caía de nuevo al argentino. Al final, dos penaltis y un gol en propia puerta tumban a un muy buen Betis en el Camp Nou.