El cambio al fútbol moderno y la influencia de Jorge Simó

El preparador físico fue parte activa de la nueva forma de entrenar en el fútbol moderno

La llegada de tres entrenadores holandeses al fútbol nacional fue clave para el devenir de este deporte, ya que cambió por completo su forma de entrenar, trabajar y preparar los partidos. Antes de la década de los 90, el estilo de entrenamiento, en cuanto a lo físico, era basado en el atletismo. Los preparadores físicos que estudiaban INEF en Madrid con el profesor Carlos Álvarez del Villar, salían con esos conocimientos y era esa forma de trabajar la que aplicaban sobre el terreno de juego. La llegada de Leo Beenhakker al Real Madrid, Cruyff al Barcelona y Guus Hiddink al Valencia cambió la forma de trabajar. Fue el inicio de un fútbol moderno. Un fútbol adaptado a las exigencias del encuentro. Jorge Simó, preparador físico del Real Betis, fue parte activa de ese nuevo estilo. Él vivió el cambio en primera persona e influyó en él. Cuando Guss Hiddink ficha por el Valencia CF, la vida de Jorge Simó cambia y ahí se produce el inicio de esta metamorfosis. "Cuando llegó Guus Hiddink tuve la oportunidad de pasar de la cantera al primer equipo con él. Guus era el que proponía y programaba los entrenamientos. La metodología era diferente a todos los equipos de España donde estaba el clásico trabajo de lunes para recuperar, el martes tocaba descanso y miércoles solo físico, incluso yendo al bosque o la playa. El jueves era partido contra el filial, el viernes se destinaba al baño y masaje y el sábado a preparar el partido. Cambió el trabajo de campo y lo basó en el juego. Fue un choque de conceptos, incluso para los jugadores, porque muchos de ellos reclamaban ir a correr. Era diferente. Coincidió en ese principio de la década con Leo Beenhakker, (Real Madrid), Cruyff (Barcelona) y Guus Hiddink (Valencia) y fueron tres holandeses que proponían la misma metodología en tres equipos diferentes y grandes. Fue la semilla que dejaron", asegura el técnico.

Sin saberlo aún, Jorge se iba a convertir en uno de los apóstoles de la nueva forma de entender este deporte. Una forma de entrenar que poco a poco fue calando en el fútbol nacional y que hoy en día, es la base a nivel internacional. "Cada uno de los preparadores físicos que trabajábamos con ellos fuimos difundiendo ese trabajo a pequeña escala. Ángel Vilda estaba en el Barcelona, Alberto Giraldez, en el Madrid y yo, en el Valencia. Nosotros íbamos transmitiendo los que nos iban enseñando. Empezó a crearse el INEF en Valencia, los chavales que tenían la asignatura de fútbol venían a ver como entrenaba el Valencia. Yo les explicaba todo este proceso de trabajo y claro, todos esos chavales que ahora son preparadores físicos fueron poniendo en práctica esta corriente metodológica que al cabo de casi 25 años es la que impera". Se pasó de un fútbol físico a un fútbol técnico. Las situaciones que se daban en los Estadios los domingos se trasladaban a las Ciudades Deportivas. El balón acaparó todo el protagonismo en esta metodología. "Consiste en entrenar con el balón y lo que propone son situaciones sacadas del partido a través del análisis de lo que sucede en el encuentro. Eso lo trasladas al campo de entrenamiento y eso es lo que se llama entrenamientos postsituaciones y postresolución de problemas. El siguiente paso fue calcular la carga física medible que significa eso para los jugadores, porque antes era fácil de medir. El fútbol es más imprevisible que el atletismo, entonces empezamos a utilizar tecnología, empezamos a ponerles pulsómetro a los jugadores para comprobar que suponía ese esfuerzo. También realizábamos análisis de lactato para ver cuánto generaba cada ejercicio y así vas trabajando la resistencia. Así, a la hora de planificar, es todo mucho más claro y en función del día de la semana de partido, de la cercanía o lejanía del encuentro, lo que juegas es con el tipo de esfuerzo que vas a proponer. En Valencia fue muy criticado porque la gente decía que el equipo no corría, que solo hacía rondo, que estaban con la pelotita y no corrían nunca. Pero la verdad es que aquel equipo jugaba muy bien al fútbol hasta el punto que los medios empezaron a hablar de jugadas ‘Made in Valencia’ y nos elogiaban".

Jorge Simó afronta su segunda etapa en el Real Betis. La primera fue de la mano de Guss Hiddink y con no muy buen resultado. Ahora, en esta segunda, el propio preparador se siente más confiado en alcanzar el objetivo. "En cuanto a la situación deportiva es muy parecida. Me ha tocado venir en situaciones muy similares. Aquella vez no pudimos sacar la situación adelante y esperemos que en ésta podamos lograrlo. Esta vez tenemos más partidos por delante y yo creo que en cuanto tengamos un par de buenos resultados y la gente vuelva a recuperar la confianza en ellos mismos, conseguiremos el objetivo".