Sin explicación (1-2)
No deja lugar para la explicación el partido que ha jugado el Betis hoy. Tuvo las ocasiones y perdonaba. Tuvo la oportunidad de recortar la distancia con respecto al descenso y la desaprovechó. Nadie que haya visto el encuentro puede explicarse en su sano juicio como se le han ido los tres puntos a un equipo que lo tenía todo de cara. La victoria ante el Levante, sobre todo su segunda mitad, marcaba el parto de inicio de un Betis que miraba a posteriori la jornada y daba cuenta de lo importante que era recortar la distancia a cinco puntos. La participación de Molina ante los valencianos le daba la camiseta titular y junto con Paulao eran las dos novedades en el once de Calderón. Ya lo decía el técnico en la previa, frenar el ímpetu visitante iba a ser una de las claves del partido y con esa intención salió el cuadro bético. La presión era buena y el Betis estaba bien plantado sobre el verde. Quizás le faltaba un poco de ritmo en sus acciones pero en general el choque estaba siendo muy parado por parte de los dos equipos cosa que beneficiaba más al Málaga. El dominio inicial de los locales fue neutralizado justo cuando se cumplió el minuto 20. En ese periodo el Betis dominaba pero la más clara la tenía Santa Cruz para los suyos. El exbético recibía solo en el franco izquierdo y se plantaba ante la puerta de Adán, pero el meta está en un estado de forma brillante y evitaba el primero en contra. Bien es cierto que el Betis transmitía peligro en su contras pero no concretaba ninguna, no consigue enlazar el último pase, pero sin la presión de llevar la iniciativa se sentía mejor. Prueba de ello fue la acción del minuto 29. Molina cogía la banda derecha y emprendía una carrera que terminaría en un centro despejado de forma incorrecta por la defensa. El vacío en el que se quedó el esférico fue aprovechado por Lolo Reyes que haciendo una preciosa finta, primero, sacándose un buen tiro, después, y recibiendo la ayuda de Willy, en última instancia, ponía al Betis por delante. Con el gol a favor el juego en Heliópolis fue más tranquilo para los de las trece barras que incluso pudieron hacer el segundo si Rubén hubiera dirigido mejor su remate de cabeza. El Málaga inquietaba en alguna que otra acción pero siempre se encontraban con Paulao, sensacional su primera mitad, o con Jordi.
La segunda parte se iniciaba con un intento de vaselina de Rubén Castro. Sería una de las muestras que iba a dar el Betis en su inicio porque justo dos minutos después, el centro de Rubén se paseaba por el área sin que Leo ni Molina rematasen. Seguía la misma dinámica que en la primera parte donde la comodidad se escribía con letras verdiblancas. Y el Betis avisaba, y mucho. Juanfran botaba una falta y encontraba la pierna de Jordi que no acertaba a rematar casi en boca de gol. El balón no salía y Leo ponía de nuevo la pelota en el área y otra vez Rubén no dirigía bien su cabezazo que salía lamiendo el larguero. Como el Betis no tenía su segundo premio, el conjunto malacitano se vino arriba y empezaba a imperar en el ambiente el desastre que se produjo en el marcador al finalizar el partido. Gámez empalaba un tiro en el 13' que a punto estaba de sorprender a Adán y se iba rozando el palo. Posteriormente, una pared entre Darder y Roque era desbaratada por Juanfran pero el dominio, como ocurriera en el primer acto, pasaba a ser visitante. Cambió la posesión del esférico pero las contras verdiblancas seguían teniendo efecto y Baptistao casi acierta a meter el segundo en una clara ocasión pero su tiro se fue alto. Los de Schuster jugaban sus opciones e inquietaban y el partido entró en una dinámica donde el gol podía caer de cualquier lado. Juanmi, que salía por Samuel, presentaba sus credenciales para decantar la balanza pero un vez más aparecía Adán. No tenía ocasiones claras pero estaba inquietando mucho a la meta del portero madrileño. El Betis estaba muy largo en sus línea y Calderón sacaba a Nono por Molina para tener mayor conexión. En una jugada de calidad, Baptistao servía a N'Diaye pero el senegalés dispara alto. Era la última aportación del brasileño al partido porque después de esa jugada iba a ser sustituido por Vadillo. El peligro que rondaba se hizo gol cuando Juanmi le ganaba la partida a la defensa y batía a Adán a falta de ocho minutos del final. La contestación del Betis la tuvo N'Diaye pero Willy hizo la parada del partido al disparo a bocajarro del mediocentro. La fase loca tuvo ocasión al final para dejar sin contestación al Betis. Lo peor lo anunciaba Roque con un remate sin portero que lo mandaba fuera pero Darder, justo después, no perdonó y plantó el segundo. Y cuando se podía arreglar algo el resultado, Rubén mandaba al larguero un penalti que le hacían a N'Diaye. Los minutos en la segunda parte hacían presagiar lo peor porque el cuadro de Heliópolis es así de previsible y la remontada del Málaga pone muy cuesta arriba el objetivo.